Hay canciones que consiguen cosas muy complicadas. Canciones por ejemplo que durante lo poco que duran te hacen sentir eufórico aunque antes estuvieras hecho un trapo. O que te hacen llorar a moco tendido por cosas que, cuando acaba, te das cuenta de que no eran para tanto, o incluso que te hacen añorar no sabes muy bien qué pero que añoras mucho. Es la magia de la música, y precisamente Home es de esta última clase de canciones, de las que moldean tu estado de ánimo en poco más de tres minutos hasta convertirte en un lloroso y melancólico pegote.
Gabrielle Aplin es una cantautora británica de la clase de artistas de nueva generación formados en YouTube, a los que nadie ha regalado nada y que logran una sólida base de fans antes que la fama (siendo Lana del Rey su principal abanderada). Como es habitual en estos casos, comenzó por versionar canciones como Teenage Dream de Katy Perry o Forget You de Cee-Lo Green, y comenzó a granjearse cierta fama. En 2010 actuó en la BBC y más tarde publicó un EP en iTunes, y después de aquello su carrera comenzó a despegar. Un segundo EP, Never Fade, salió en 2011, alcanzando el puesto 14 en las listas británicas, y este año ha estrenado su primer disco, English Rain, que está en el puesto número 2 en esta misma lista. De este disco ha extraído cuatro singles (de momento), The Power Of Love, Please Don't Say You Love Me, Panic Cord y este último Home.
Es una canción lenta, que comienza con unos simples toques de guitarra y que va ganando intensidad muy poco a poco, hasta convertirse en un tema bastante poderoso. Habla del hogar, de que no es sólo "donde apoyas la cabeza" o "donde haces la cama", y el mensaje de añoranza que transmite cala muy hondo, convirtiéndose en el tema perfecto para días tristes. El vídeo nos muestra cómo Aplin, después de que le roben el coche y el teléfono, trata de volver a su casa por sus propios medios, pero finalmente descubre un nuevo hogar en el propio camino, transmitiendo una sensación de libertad que pone la carne de gallina.
Es una canción lenta, que comienza con unos simples toques de guitarra y que va ganando intensidad muy poco a poco, hasta convertirse en un tema bastante poderoso. Habla del hogar, de que no es sólo "donde apoyas la cabeza" o "donde haces la cama", y el mensaje de añoranza que transmite cala muy hondo, convirtiéndose en el tema perfecto para días tristes. El vídeo nos muestra cómo Aplin, después de que le roben el coche y el teléfono, trata de volver a su casa por sus propios medios, pero finalmente descubre un nuevo hogar en el propio camino, transmitiendo una sensación de libertad que pone la carne de gallina.
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