Las mezclas de géneros musicales son cócteles arriesgados, que no siempre resultan. A veces se crean engendros infumables y otras salen canciones más que decentes. El tema que hoy nos ocupa es de estos últimos. C2C es un grupo de dj's franceses que, pese a formarse en 1998 no sacaron un álbum hasta el 2012, Tetra, que fue un éxito en Francia. De este disco extrajeron singles como Down the Road o The Cell, que aún siendo exitosos allí, no ofrecieron nada nuevo al panorama musical, con un sonido electrónico que ya habíamos escuchado en docenas de canciones. Pero después estrenaron el tercer single, Happy, y éste sí que sonaba a algo diferente.
Lo primero que llama la atención de Happy al escucharla es su marcado carácter góspel, con la voz de Derek Martin guiándonos durante todo el tema y contagiando ese espíritu optimista hasta el punto de tener ganas de gritar "¡Aleluya!" con las manos alzadas. Los metales sonando de fondo con un ritmo que no sólo invita, sino que prácticamente obliga a bailar y el órgano aportando la base rítmica remarcan este sonido. Pero como he dicho antes C2C son dj's, por lo que el coqueteo con la electrónica está muy presente durante todo el tema, con voces distorsionadas y bucles en los lugares exactos, que dan un matiz diferente a la canción, convirtiéndola en un especimen difícil de encontrar hoy en día. La letra no deja de repetir que "nunca serás feliz hasta que no lo intentes", y el vídeo refuerza este mensaje, presentando a la felicidad como una especie de enfermedad de la cuál tememos contagiarnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario