jueves, 15 de mayo de 2014

"Rainmaker", la danza de la lluvia de Emmelie de Forest

Hoy os quiero presentar el último coletazo de la resaca eurovisiva que este blog va a sufrir (al menos por este año). Ya hemos hablado del festival de modo muy exhaustivo e incluso ampliamos el tema un poquito más con una selección de temas del Melodifestivalen de este año. Lejos de hacer otra entrada-reportaje con líneas y líneas de información hoy os traigo algo mucho más light. Como sabés, los ganadores de Eurovisión se convierten en el centro de atención del mundo musical por un tiempo (que se lo pregunten a Conchita, que inunda internet estos días), pero la victoria no les garantiza el éxito ni la permanencia en el candelero mucho tiempo. Por eso, Loreen inició una costumbre que este año Emmelie ha perpetuado. ¿Quieres saber cuál? ¡Sigue leyendo!

Todos los años, el ganador del festival del año anterior actúa y canta el tema con el que logró la victoria, y hasta ahí se limitaba su presencia. Hasta el 2013. Ese año Loreen, en la tradicional actuación del ganador y ya convertida en una estrella a nivel europeo, no se contentó con traernos de vuelta Euphoria sino que presentó dos temas más, My Hearts is Refusing Me y We Got The Power, siendo este último el single bandera de su nuevo disco. Con esto aprovechaba la enorme audiencia del festival para dar un empujón a su carrera como cantante. La actuación fue espectacular, pero no fueron pocos los que criticaron el hecho de aprovechar el festival para fines promocionales.

Este año era la danesa Emmelie de Forest la que ejercía de ganadora del anterior certamen, y siguiendo el sendero que la sueca trazó el año pasado no cantó sólo su ñoño Only Teardrops sino que presentó un single que la organización presentaba como canción oficial del festival. Una vez más, la práctica es criticable, pero no se puede negar que la presentación de este tema, Rainmaker, fue brillante. No sólo se unieron a ella todos los participantes del festival sino que todo el público coreó la canción creando una atmósfera muy especial.

Y es que Rainmaker le da mil vueltas a Only Teardrops. Cuando la danesa fue coronada ganadora muchos dijeron (incluido este blog) que era una especie de copia luminosa de Loreen, llegando a algunos a afirmar que su victoria se debía al tirón que la sueca había tenido en Europa. No era del todo falso, ya que Only Teardrops era un tema tan anodino y estándar que no decía demasiado. El sonido de Emmelie no era distintivo, no era propio. Pero con Rainmaker Emmelie presenta un sonido más desarrollado, en el que muestra que si bien su estética es parecida a la de Loreen su música no lo es. Se aprecia claramente que Emmelie posee un color más luminoso que el de la sueca no sólo en la ropa, sino en su sonido.

Rainmaker es una especie de danza de la lluvia, de carácter optimista y algo trascendental, gusta desde la primera escucha. Con unos ritmos y unas melodías tribales, Emmelie ha mostrado este año qué es lo que tiene que ofrecer, y como segunda carta de presentación no tiene mala pinta.

¿Se convertirá en costumbre? ¿Nos cantará Conchita algún tema nuevo el año que viene? Es muy probable, pero mientras sean tan interesantes como este Rainmaker, personalmente, no me importa demasiado.  


            

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